viernes, 22 de enero de 2010

Cuentos Infantiles - Capítulo 3

Cuentos Infantiles

(Los personajes aquí mostrados pertenecen a sus respectivos creadores. Yo simplemente los tomo sin ánimo de lucro.)

Pijanieves y los 7 inquilinos

Había una vez, un palacio en el que vivían una chica llamada Lucía a la que todos llamaban Pijanieves y su malvada madrastra Paloma.
Su madrastra tenía un espejo mágico, al que todas las noches le preguntaba lo mismo.
- Dime, oh, espejito mágico, ¿quién es la más bella de la comunidad de vecinos?
Y el espejito siempre le decía lo mismo.
- Mira, la más guapa es Pijanieve, ignorante de la vida. Y ponme la tele que hoy sale la Beyoncé en concierto.
- ¡Ya estoy harta! Pijanieves esto, Pijanieves lo otro. ¡Mataré a Pijanieves para así ser la más bella de la comunidad! ¡Y punto en boca!
- Mira que eres ignorante. Ni matando a Pijanieves vas a ser la más bella. Y si me traes una barbacoa te lo agradezco.
Así fue como Paloma mandó a uno de sus esbirros a que llevara a Pijanieves al bosque y la matara.
- Emilio, lleva a Pijanieves al bosque y mátala.
- Pero doña Paloma, un poquito de por favor, que eso ya lo dijo el narrador.
¡Es verdad! ¡Dejad de repetir lo que digo!
- Vale, no te enfades, hombre ya.
Y así, Emilio llevó a Pijanieves al bosque… o al menos lo intentó, porque esta se empeñó en pasar por el centro comercial primero. Pero una vez en el bosque, cuando se disponía a matarla, le temblaron las fuerzas y avisó a Pijanieves de que su madrastra la quería asesinar. Pijanieves, al enterarse, corrió por el bosque hasta encontrar una casita de madera.
- Es cutre, pero al menos podré dormir.
Y así fue como Pijanieves entró en la casa, la decoró a su gusto y se fue al piso de arriba a dormir, no sin antes asombrarse por las 6 camas y la cuna que allí había. Y se quedó dormida.
Mientras Pijanieves dormía, seis personas y un bebé se acercaban por el camino de piedra a la casa. A la cabeza había un hombre calvo con barba que se fijó en que por la chimenea salía humo.
- ¿Pero será posible? ¡Se nos ha metido un okupa en la casa!
- Eso o Marisa ha vuelto a dejar un cigarro encendido. –Dijo una anciana con un moño.
- ¡No digas bobadas, Vicenta! Yo los cigarros me los acabo siempre, nunca los dejo a medias.
- ¡Chorizo! –Dijo otra anciana del grupo dirigiéndose al hombre de la barba- ¡Esto es culpa suya por no poner las alarmas de seguridad que pedimos!
- ¡Señoras, por favor! –Dijo una mujer joven del grupo que llevaba un carrito con un bebé- Por favor, que Ezequiel está dormido, lo van a despertar.
- ¡Buaaaa!
- ¿Lo ven? –Dijo otro hombre del grupo- A ver ahora como lo dormimos.
- ¡Señores, por favor!
- ¡Vaya! ¡El Cuesta se ha cabreado! ¡Juerga!
- Marisa, le pido que se calle, por favor. Vamos a descubrir a ese okupa.
- ¡Vamos!
- ¡Buaaaaa!
- ¡Mauri, calma al niño!
Una vez entraron vieron el cambio de decoración que hizo Pijanieves.
- ¡¡¡Aaaah!!!
- ¡Marisa! ¡¿Qué le pasa?!
- ¡No vi una cosa tan fea desde que vi a mi Manolo en tanga! ¡¡¡Aaaah!!!
- Pues a mí me gusta.
- Eso es por que eres gay.
- ¡Concha!
En lo que discutían, Pijanieves se despertó, se levantó, se duchó, se vistió, bajó a la cocina sin que los otros 7 se dieran cuenta porque estaban discutiendo, se preparó el desayuno y fue entonces que se fijó en los 7 individuos.
- ¿Y vosotros quienes sois?
Las 7 personas se dieron cuenta de su presencia.
- La misma pregunta te hacemos a ti.
- Soy Lucía, pero podéis llamarme Pijanieves.
- Yo soy Juan cuesta, presidente de la comunidad. Estos son Mauri, Bea, Marisa, Concha, Vicenta y el pequeño Ezequiel.
- ¡¿Qué haces en nuestra casa, okupa?!
- ¡Doña Concha, cálmese!
- Es la costumbre.
Y Pijanieves les contó lo de su madrastra y los 7 inquilinos la dejaron vivir con ellos siempre y cuando no hiciera más cambios en la casa.
Un día que los 7 inquilinos se fueron a trabajar al burguer del que eran empleados, la madrastra se enteró de que seguía viva y decidió matarla ella misma. Pero para eso se tomó una poción para cambiar su aspecto. También envenenó una manzana para Pijanieves.
Mientras, Pijanieves estaba probándose trapitos cuando tocaron a la puerta.
- ¿Quién es?
- Soy Alicia, la vendedora de manzanas.
Pijanieves abrió la puerta y vio a la vendedora Alicia, que no era otra que Paloma disfrazada.
- ¿Quieres una manzana, guapa?
- No, gracias. Yo soy más de fresas.
- Pero estas manzanas son mágicas. Te harán tener un cutis deseable como el mío.
- Entonces vale.
Pijanieves se tomó la poción y al cabo de unos segundos, se desplomó en el suelo.
- ¡¡¡Muajajajajaja!!! ¡Al fin he matado a Pijanieves!
Pero lo que no sabía era que los 7 inquilinos tenían la tarde libre y la habían visto.
- ¡Golfa! ¡Ha matado a Pijanieves!
- ¡Aaah! ¡Mejor me las piro!
Y salió huyendo perseguida por los 7 inquilinos. Después de estar corriendo un buen rato, llegó al borde de un acantilado dónde había una roca.
- Seguro que puedo tirarles esta roca.
Y empujó con todas sus fuerzas, pero se partió una uña y empezó a dar brincos de dolor y cayó por el acantilado.
Los 7 inquilinos le hicieron a Pijanieves un ataúd de cristal en el bosque. Y entonces llegó un cádilac azul metálico conducido por un príncipe como el de las galletas Príncipe, con coronita y todo.
- Hola, soy Carlos. Me han dicho que hay una chica llamada Pijanieves que ha sido asesinada por su madrina. ¿Es cierto?
- Si.
- Vale, le daré el beso que la despertará, viviremos felices y todo eso.
Carlos le dio un beso a Pijanieves, pero no pasó nada. Entonces llegó un chico en moto vestido igual que Carlos.
- Soy Roberto. ¿Está ahí Pijanieves?
- Si.
- Vale, vamos a acabar rápido.
Le dio un beso a Pijanieves, pero tampoco pasó nada. Entonces llega un chico en bicicleta con la ropa del greenpeace.
- Hola, soy Yago. ¿Está Pijanieves?
- Si.
- Vale, brother. Le daré el beso he iré a salvar a más chicas como ella que están en la misma situación. Como dice mi lema: “Por un mundo mejor”.
Besa a Pijanieves, esta abre los ojos y le agradece a Yago que la salvara, pero este se va a salvar a más chicas mientras es perseguida por Pijanieves.
- ¡Yago! ¡Te quiero!
- ¡Socorro, mamacita!
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario